Trasladar este pensamiento al baloncesto consiste en evitar experimentos, camiseta kyrie irving cerrar filas con los mejores y dejar para otro momento ese concepto “extraño” que es el trabajo en equipo. Lo que parece claro es que los resultados no se abrazan con las expectativas depositadas en la sección de baloncesto del Real Madrid. Decía San Ignacio que “en tiempos de desolación, nunca hacer mudanza”. El uniforme común de los Rays, ha sido utilizado con pequeños cambios desde que oficialmente el equipo acortó el nombre de las Mantarrayas (Devil Rays) para la temporada del 2008. El jersey de casa es tradicionalmente blanco con el nombre de Rays en color azul oscuro y que atraviesa el pecho y amarillo soleado con la letra «R». Procedente del Instituto de Santa Fe, disputó dos temporadas en la Universidad de Míchigan hasta que fue transferido a Baylor, donde completó su temporada júnior. 6 en el minuto 32. Cascó entonces su quinto triple el “Aeroplano de Mahón” y con más puntos suyos y de Hezonja terminó por romperse un partido en el que hubo que remar más de la cuenta. El sábado pasado firmó 45 tantos ante Miami y en los cuatro anteriores ‘La Ceja’ anotó 38 o más puntos.
La visita del Madrid a Berlín se saldó con un triunfo más sufrido de lo esperable ante un equipo claramente inferior y con bajas. En 2003 ganó el premio al Universitario del Año y el Premio John R. Wooden, además de ser incluido en el primer equipo All-American. Tal vez la situación actual no llegue todavía a ser comparable con aquella. 1987: en Harrisburg (Pensilvania), el político estadounidense Robert Budd Dwyer (47) se suicida en público para evitar ser encarcelado por varios delitos. Sin embargo, Nacional formó un plantel que pese a su humildad, daría grandes satisfacciones. Sin embargo, ya hay sospechas de una posible divergencia entre los planteamientos del entrenador y su plasmación en el campo por parte de la plantilla. Ya no es tan sencillo a estas alturas de la temporada, más teniendo en cuenta el contexto de contención de gasto que se hace evidente a estas alturas, por parte del equipo gestor capitaneado por Juan Carlos Sánchez, con Alberto Herreros en el flanco derecho. La cosecha ha sido razonable, con tres trofeos continentales en la última década, además de otras tres finales perdidas, que no es mal bagaje. En su primer año, Mikan fue líder de la liga en puntos con el segundo mejor porcentaje de tiro, séptimo jugador con más asistencias, liderando a los Lakers al segundo mejor récord a una victoria de Rochester, a los que derrotaron 2-0 en semifinales en su camino firme a las finales.
Ya en postemporada, el 16 de mayo en el primer encuentro de finales de conferencia ante Denver Nuggets, consigue un doble-doble de 40 puntos y 10 rebotes. El 3 de enero de 2014, superó la marca de 17 000 puntos y se unió a Hakeem Olajuwon, Karl Malone y Kevin Garnett como los únicos jugadores con al menos 17 000 puntos, 9000 rebotes, 1500 robos y 1000 tapones. En el séptimo y definitivo partido ante los Suns, se convirtió en el segundo jugador más joven en la historia de la NBA en conseguir al menos 35 puntos y 10 rebotes en un séptimo encuentro, solo superado por Tom Heinsohn, y en el primer jugador de los últimos 25 playoffs en lograr él solo los mismos o más puntos que todo su rival en una mitad de partido. Un modelo que no ha dejado indiferente a nadie. Finalmente, el regreso de Usman Garuba no ha podido apenas constatarse, por la lesión que le ha aquejado prácticamente desde el pitido inicial y que en su regreso parece limitar su conexión competitiva, ya sea en la dimensión física o emocional de un jugador deseado en casa. Garuba debió salir tras un mamporro que le abrió la ceja, pero Ibaka no llegó a pisar la pista, con Eli Ndiaye observando desde la grada.
Sidi Gueye, que apareció fugazmente algunos partidos en que el equipo estaba en cuadro, cumplió su papel y se esperará su retorno a medio plazo (si no consuma su marcha a EEUU como sus compañeros Baba Miller o Izan Almansa, entre otros). Sirve esta introducción para ilustrar dos cuestiones de partida: la exigencia que es inseparable de este club, así como la existencia de momentos en la historia donde su situación ya distaba de sus propios objetivos. Ante un equipo claramente inferior y que sufría la pérdida de uno de sus baluartes, Trevion Williams, fichado por Maccabi, no pudo dilucidarse el resultado hasta los últimos minutos. Entró en la pista a 2:41 antes de finalizar el primer cuarto, regaló dos triples en dos minutos; y otro par en los dos minutos iniciales del segundo. Después de un primer cuarto difícil, los lituanos tomaron el control del juego y mantuvieron una cómoda ventaja, terminando 92-79. El segundo juego fue contra Canadá. No existe evidencia alguna de falta de confianza en el coach Mateo, cuyo contrato finaliza en 2026. Una eventual incorporación no sería para seis meses, lo que implicaría un gasto extra de siete cifras, que por el momento no parece ni mucho menos cercano a las expectativas del club en las circunstancias actuales.